MORFEO

Entré en la habitación sin hacer ruido pues ella se había acostado hace ya un rato y no quería despertarla.Como siempre, ella se había dormida con el libro entre sus manos y sus gafas ancladas a sus preciosas orejas; lo que le daba un aire pueril que me encantaba.Yo,cual ladrón d e guante blanco,retiré el libro y lo dejé en la mesita de noche al igual que las gafas y ella, inmediatamente después, se dio media vuelta y siguió en brazos de  Morfeo.

Me acosté y como hacía todas las noches,la observé unos minutos , besé su espalda y apagué la luz.Sin duda, hoy había sido un día para olvidar:había discutido con mi jefa ,no había podido ir al gimnasio y encima, había abollado el coche al volver a casa; pero ahora,  nada importaba pues este instante, lo compensaba todo.Sonreí en la oscuridad del dormitorio y me fui quedando dormido , y me sentí feliz porque al despertar,la encontraría allí, a mi lado.Como todas las mañanas

EL SUEÑO DE IGNACIO

Ignacio era un hombre triste con una vida triste, un trabajo triste y una mirada triste.

Cada día , se levantaba siempre a la misma hora,desayunaba, se aseaba y preparaba cuidadosamente la ropa que generalmente era de color gris.Un color triste.

Ignacio llevaba soñando lo mismo los últimos días;soñaba que conducía un coche descapotable

Velozmente y al final se dirigía a una gran mansión.Ignacio, se despertaba nervioso y muy pero que muy alterado.

-Esto es una señal, dijo.Tengo que jugar a la lotería y hacer una quiniela, exclamó y esa misma mañana salió más temprano de casa y se dirigió al estanco donde hizo una bonoloto sin pensar mucho los números.Guardó el resguardo en su triste cartera y puso rumbo al trabajo en donde pasaría gran parte del día.

Al  regresar a casa,se desvistió , se puso su pijama triste y cenó algo de fruta y un vaso de leche.A continuación, encendió la televisión y buscó con ansia los números premiados ese día.

10,32.25.29.3.18 leyó despacio comprobando que  ésos eran los números que él había elegido esa mañana.Ignacio exaltado no supo qué hacer.Quiso llamar por teléfono pero no tenía a quien por lo que decidió tomar un te e irse a dormir.

A los pocos días y con el dinero en el banco,decidió comprarse el coche con el que tantas veces había soñado últimamente.En el  concesionario todo fueron atenciones y reverencias y él al final, se decidió por el Porche rojo y con el consentimiento del comercial, salió a probarlo.

Ignacio condujo por la autopista y se dirigió a la zona residencial más elegante de la ciudad.El coche volaba sin apenas tocar el asfalto y él podía sentir las miradas de envidia de los pocos viandantes que encontró en el camino.

Ignacio se sentía como hace mucho tiempo que no lo hacía.Seguro de si mismo, feliz y sonrió borrando por un instante la tristeza de su rostro.Tomó una rotonda y giró a la derecha y el coche empezó a hacer extraños y sin que  pudiera evitarlo, el porche, se salió de la vía y fue a estamparse contra la valla de una mansión enorme;la mansión que aparecía en sus sueños.

Pd:los sueños, a veces se cumplen.

PENA

TANTA PENA LLEVO,

QUE  NO SE SI VIVO O MUERO

ENCERRADO EN LOS RECUERDOS

DE DÍAS MÁS SOLEADOS,

CON VIENTO MÁS FAVORABLE

DE AMORES DE TERCIOPELO

NO SE COMO SALIR DE,

ESTE LABERINTO DE CONGOJA

NINGUNA ESTRELLA ME GUIA

NINGÚN ÁNGEL ME GUARDA

¿DÓNDE TE LLEVASTE,

MI ALEGRÍA Y MI AMOR?

SE QUE TENGO CORAZÓN

PUES ESCUCHO SUS LATIDOS

PERO YA NO ME PERTENECE

TU TE LO LLEVASTE

¿COMO PUEDO ACHICAR

ESTE  MAR DE MIS OJOS?

PORQUE TANTA PENA GUARDO

QUE NO SE SI VIVO O MUERO

ENCERRADO EN TUS RECUERDOS